El corazón es un músculos fuerte, pero su naturaleza es ser sensible, tierno, apacible, amable, comprensivo, caritativo, en fín. En él recae todo el peso cuando tenenemos un problema sentimental, y en el peor de los casos termina "hecho pedazos" en sentido figurado. A él llegan los amigos con sus problemas aunque por lo general quienes nos lastiman antes que nadie, son nuestros padres, dispuestos a morir por nosotros, sì, esos mismos¡ Tan imperfectos como nosotros y que no son ningunos extraterrestres, por eso también se equivocan, y sin pensar nos lastiman, "primer agujero". Se dice que entre los dolores màs grandes y profundos estàn precisamente la pèrdida de nuestros padres o la de los hijos, y està el bien conocido corazón roto debido al Amor de pareja. Entonces nuestro corazón que ya ha pasado por algunos "dolores" aguanta y aguanta, nuestra psiquis simplemente ya no puede màs¡ y para levantarte (literalmente) del hoyo en el que se cae, te convences a ti mismo que lo sucedido, tenía que suceder. Comienzas a odiar para poder perdonar (si no me pregunten, es lo mas ilògico).
En tu transiciòn por volver a retomar tu vida ya casi perdida, comienzas a realizar cambios dràsticos, te cambias el look por completo, vuelves ir al gimnasio, sales con tus amigas/os, y te repente te das cuenta que pràcticamente ya no "vivías" por pasar las 24 horas pensando y viviendo para la otra persona. Instintavamente te encausas y gracias a los "consejos de tus amigos/as" estàs "en el mercado" otra vez. Lo bueno de todo este proceso, aunque no todo salga como se lo planee, es que tu autoestima sube, y obviamente un dìa te miras en el espejo y te das cuenta de que eres 2 o 3 tallas menos de lo que antes eras.
Atrapado/a entre el deseo de venganza y convencerte de que estás "mejor solo que mal acompañado", afortunadamente sigues por el camino de la bùqueda de un nuevo amor, porque ese es el motor: el amor; sin embargo el error que cometemos siempre es que tratamos de ser felices atravèz de otra persona, sin saber o comprender, que para ser felìz, yo, tu o cualquira, no se necesita de nadie màs, y que somos nosotros los indicados de buscar nuestra felicidad y que no depende de otros, sino de mi mismo. Y es en este proceso que te das cuenta que tu corazón ya no es el mismo de antes, confìas menos, te vuelves en extremo selectivo/a, casi paranoico, tu corazòn se va endureciendo. Encontrar la manera seguir siendo el mismo òrgano blando, serà nuestra tarea, el resto del mundo no tiene la culpa de nuestros pesares, aprender eso, suena fàcil, se lo dice ràpido, pero la verdad es que es mucho màs dificil de lo que imaginamos, o tal vez, si lo saben.
Una vez alguien muy entendido en la materia me dijo lo siguiente: "No son los hombres ni las mujeres los malos/as, sino, las personas" asì es que no se debe generalizar con que: "todas las mujeres son malas" o "todos los hombres son malos".
Afortunadamente, el amor, en cualquiera de sus manifestaciones ,ya sea el de pareja o el universal (el del pròjimo), al final vence, y sucede que volvemos a amar, asì de intensamente como alguna vez juramos que no volverìamos a hacerlo, porque asì es el corazòn de fuerte, tambièn es su naturaleza.
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En tu transiciòn por volver a retomar tu vida ya casi perdida, comienzas a realizar cambios dràsticos, te cambias el look por completo, vuelves ir al gimnasio, sales con tus amigas/os, y te repente te das cuenta que pràcticamente ya no "vivías" por pasar las 24 horas pensando y viviendo para la otra persona. Instintavamente te encausas y gracias a los "consejos de tus amigos/as" estàs "en el mercado" otra vez. Lo bueno de todo este proceso, aunque no todo salga como se lo planee, es que tu autoestima sube, y obviamente un dìa te miras en el espejo y te das cuenta de que eres 2 o 3 tallas menos de lo que antes eras.
Atrapado/a entre el deseo de venganza y convencerte de que estás "mejor solo que mal acompañado", afortunadamente sigues por el camino de la bùqueda de un nuevo amor, porque ese es el motor: el amor; sin embargo el error que cometemos siempre es que tratamos de ser felices atravèz de otra persona, sin saber o comprender, que para ser felìz, yo, tu o cualquira, no se necesita de nadie màs, y que somos nosotros los indicados de buscar nuestra felicidad y que no depende de otros, sino de mi mismo. Y es en este proceso que te das cuenta que tu corazón ya no es el mismo de antes, confìas menos, te vuelves en extremo selectivo/a, casi paranoico, tu corazòn se va endureciendo. Encontrar la manera seguir siendo el mismo òrgano blando, serà nuestra tarea, el resto del mundo no tiene la culpa de nuestros pesares, aprender eso, suena fàcil, se lo dice ràpido, pero la verdad es que es mucho màs dificil de lo que imaginamos, o tal vez, si lo saben.
Una vez alguien muy entendido en la materia me dijo lo siguiente: "No son los hombres ni las mujeres los malos/as, sino, las personas" asì es que no se debe generalizar con que: "todas las mujeres son malas" o "todos los hombres son malos".
Afortunadamente, el amor, en cualquiera de sus manifestaciones ,ya sea el de pareja o el universal (el del pròjimo), al final vence, y sucede que volvemos a amar, asì de intensamente como alguna vez juramos que no volverìamos a hacerlo, porque asì es el corazòn de fuerte, tambièn es su naturaleza.
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lindo es muy cierto Rosa Blanca, el corazón se va poniendo duro o mas fuerte ante las adversidades, me incuyo, asi es una.
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Lo bueno es que nada es para siempre ni siquiera el mal o los dolores, todo pasa, y como es de imaginarse el corazon se cura y vuelve a amar. asi es, esa es su naturaleza.
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