Estamos a una ceja de que llegue el Papa Francisco al Ecuador, por donde quiera se ve y se escucha propaganda, sobre todo gobiernista, de su visita. El gobierno ha tomado alguna de las citas que ha dicho el Santo Padre para su conveniencia justamente en estos tiempos donde ha existido por muchas semanas manifestaciones con rechazo a Rafael Correa y sus leyes confiscatorias y absurdas.
Para entender un poco este "AS" bajo la manga que el presidente pretende poseer con la visita del Papa, es necesario que entendamos un poco las palabras del Papa Francisco. Èl al igual que los sacerdotes, llaman a un cambio personal, conocido como conversiòn. Esa es su misiòn, llevar la palabra de Dios a todos y a cuantos puedan escucharla y recibirla, por tanto sus mensajes son una manera de evangelizaciòn y de sus palabras tocarè sòlo dos puntos de los muchos que suele hacer referencia el Papa.
1.- La inequidad, y
2.- La castidad
En cuanto al primer punto, el Papa en algunas ocasiones hace referencia a las enormes diferencias que existen entre unos y otros, habla sobre la distribuciòn de la riqueza, como acto de misericordia con los menos favorecidos, y he aquì el motivo de que estos mensajes del Santo Padre han sido tomadas a conveniencia por el gobierno actual para asì justificar sus terrorìficas leyes a la herencia y a la plusvalìa, nada màs alejado de la realidad. Para la iglesia catòlica, la inequidad o la desigualdad no tiene un tinte tan macabro como lo pone el presidente de los ecuatorianos, no es que los ricos son malos y los pobres buenos, no es que los empresarios son malos y los trabajadores son buenos, no es que los banqueros son malos y los depositantes son buenos. La caridad es un acto de amor, de fe, no de odio, cuando se habla de la distribuciòn de la riqueza se habla de que los que màs tienen den a los que menos tienen, "DEN" no que se les "QUITE" no que se los "ATRAQUE" con el so pretexto de la distribuciòn de la riqueza, porque entonces eso serìa robar y robar, es un pecado. Si tanto se hace ènfasis a las desigualdades sociales es para recordarnos que cada dìa las personas podemos hacer un esfuerzo, por mìnimo que sea, de rebatir esta circunstancia, es un llamado a la conciencia de las personas, para dar lo que nazca de su corazòn. Hablar de desigualdades sociales y de la distribuciòn de la riqueza se trata de que no seamos indolentes, que no haya empleados pùblicos no sean apàticos con los usuarios, se trata de que el Estado no sòlo reciba, sino que distribuya lo que recibe, y no hablo precisamente de carreteras, se trata de que haya acceso a la salud a educaciòn, y que el Estado dè tranquilidad econòmica a todos, no sòlo a unos cuantos. Si volvemos a las palabras de Fracnisco, podemos ver que no todo se trata de dinero, sino de conciencia y bondad, al hablar de distribucion de la riqueza se habla del corazòn de las personas, de esa buena voluntad para compartir con otros lo que se tiene, se trata de que no se desperdicien los recursos, de que seamos menos consumistas a tal punto de que desperdiciamos la comida que otros no tienen, se trata de que no caigamos en lo superfluo porque hay quienes no tienen los màs bàsico para vivir, y que no podemos ser ciegos ante aquellas personas. Se trata de que al ser menos consumistas cuidamos màs el planeta. Se trata de que entendamos de que la riqueza de una persona no es lo que posee en bienes sino lo que posee como ser humano, y esa riqueza es la que podrìa ser distribuìda. La riqueza de una persona puede ser su profesiòn, si hablamos de un mèdico, puede que en alguna o algunas ocasiones atender a un enfermo de escasos recursos sin cobrarle, porque? por misericordia, es su forma de distribuir lo que para èl es su màs preciado teroso: sus conocimientos. El mensaje es que seamos desprendidos y que unos no "ahorquen" a otros por sus mezquindades y su avaricia; que compartamos lo que tenemos, pero por decisiòn propia, no por una imposiciòn ni por una obligada bondad.
El segundo punto es aùn màs compejo todavìa, en estos ùltimos dìas, el Papa ha estado recomendando a los jòvenes "vivir el amor pero que se mantengan castos". Esto ha sido tomado a la ligera, estàm aquellos que viven su propia religiòn y dicen que tienen la razòn, y, està el gobierno del Ecuador, tratando de manipular al sistema, creando un Plan , de tal forma que todos veamos a un Estado que "defiende la vida", "la familia", "la abstinencia". Y es precisamente el presidente de la Repùblica, en su persona, el encargado de dicho plan, que pretende cambiar la conceptualizaciòn de lo que es vivir en democracia. El Estado ecuatoriano es laico, existe un hilo muy delgado entre educar y ser autòcrata. Està bien informar a los jòvenes sobre los riesgos de un embarazo prematuro, y sus consecuencias, no solo para las adolescentes, sino, para los adolescentes tambièn, como la desersiòn educativa, entre otros problemas sociales que conllevan los embarazos de adolescentes, como tambièn el riesgo de muerte se incrementa por la inmadurez fìsica de la adolescente. Ese es el deber como Estado, a informar, lo que no està bien, es inmiscuirse en sus creencias religiosas. Respetar la diversidad de religiòn, de creencias e ideologìas es vivir en democracia. Mas aùn llama mucho la atenciòn la posiciòn del presidente cuando èl mismo mandò a sacar de los hospitales las imàgenes religiosas, expulsò a unos sacerdotes del oriente y desvalorò la personerìa del Arzobispo de Guayaquil, en màs de una ocasiòn, y tratando peyorativamente a los sacerdotes. Las acciones del presidente son sospechosas por donde se las mire, es tan voluble, un dìa ataca a la iglesia catòlica y al otro se da golpes de pecho lo vemos en misa y arrodillado, para acto siguiente hacer el Plan Familia capìtulo Ecuador. Parecen necedades, crea, pone, saca, inventa y reinventa leyes a su antojo, cuando todos somos testigos que de todos esos "refritos" de ley salen unos engendros tenebrosos. Enlistar a la gente en una sòla lìnea o màs bien en una sòla religiòn y sin reclamo no es gobernar en democracia, màs parecen los delirios de alguienn muy trastornado.
Esto es algo que debe entenderse bien, las palabras del Papa Francisco, de vivir en castidad es un "consejo" no una imposiciòn, es una recomendaciòn no la ùltima palabra. Somos libres de decidir que hacer con nuestra vida, o nosotros debièramos hacerlo, no el Estado, ni mucho menos un presidente hereje. Obligar a la gente hacer lo que no quiere es tan monstruoso, es de mentes desquiciadas. Los que somos padres queremos lo mejor para nuestros hijos, algunos compartiràn la idea de que se mantengan castos hasta el matrimonio, otros no; què padre no quiere lo mejor para sus hijos? Pero eso al fìn y al cabo va a ser una decisiòn muy personal, talvez lo que unos consideren que es lo mejor, otros piensen que no lo es, y esa diferencia no tiene porque ser vista como algo malo. Hay tantas formas de educar, tantas formas de prevenir y de enseñar a los chicos, que no es necesario tratar de cambiarles la mente, y mucho menos sus creencias. Y aquì recalco lo siguiente: Cuando el Estado se inmiscuye hasta en la sopa, no hay duda de que no vivimos en democracia, sino en una dictadura disfrazada de democracia.
Es fàcil manipular el sistema, incluso es fàcil manipular lo que
otros hablan y acomodar esas palabras para beneficio propio o de
algunos. Es fàcil manipular las mentes, o tal vez algunos piensen que es
fàcil. Lo que no es fàcil es manipular los ideales, en contra posiciòn,
donde no hay fe es fàcil creer en la desinformaciòn venida de cualquier parte, o peor aùn, donde no hay
fe, es fàcil juzgar y condenar como si se tratara de un juicio.
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