La rosa blanca

Donde guardas los recuerdos màs preciados?  Donde estàn las dulces miradas que antes me dabas,  yo vacilante, tu toda alocada, llenabas mi mundo de cosas vanas,  mir a tú, si no son solo jugadas  de un mundo raro, que no tiene ni pies ni manos .  Sòlo  los sueños me van volcando,  otra vez  hasta tus brazos,  que son solo ramas de un àrbol  que en mi patio antes estaba.  Ahora rìes, sin duda estàs acompañada  pero recuerda que el amor que te profesa este pobre corazòn  lo hizo desde antes que llegara el invierno con sus aguas claras. No se donde  se posa ahora tu sonrisa,  si la dejas libre como la  brisa , que revolotea y que es fresca,  adornando la tarde con tanta prisa.  Yo sigo aqui,  no he cambiado,  en aquel lugar que nunca recordabas, fue nuestro,  sus calles rebosadas de hojas secas,  que el viento desesperado se las llevaba. Que te hizo tan inolvida ble ? serìa tu sonrisa ? s erìa tu mirada ? lo de ni ña linda, nada te lo quitaba.  Yo suspirand

Recuerdo como si hubiera sido ayer, cuando luego de  6 largos años de estudio en la escuela, llegaba a su fin. A más del alivio que sentí por haber concluido mis estudios, también estaba el hecho de que me despediría de mis amigas, quizá para siempre. Estas cosas pasan, es ley de la vida, conocemos a personas, compartimos con ellas, pero al final nada es eterno, y tiene que llegar a su fin.  No sé porque, pero siempre los momentos más memorables de los cuales tengo recuerdo, sucedieron cuando era niña.  Siempre fui de pocas amigas, pocas pero buenas. Mi mejor amiga se llamaba Vicky Santillán, aunque tuve otras dos buenas amigas: Nancy Sánchez y Fanny Soledispa, el resto más que amigas solo fueron compañeras de aulas, de juegos, de risas, de escondidas.   Reconozco que siempre fui algo rebelde y sentía algo de desdén por el acatamiento de las reglas de la escuela.  Como estudiaba en una escuela religiosa, lo típico era, no suban corriendo las escaleras, no salgan corriendo del